Altamente apreciado por su increíble resistencia y durabilidad, el titanio se ha convertido en un elemento indispensable para todo tipo de industrias. Al tratarse de un metal no ferroso, las aleaciones y productos que lo utilizan nunca se corroen, por lo que pueden reciclarse varias veces. Además, existen diferentes grados de chatarra de titanio que se utilizan para diversos fines. En este post te hablamos de este material y te contamos cómo funciona el proceso de reciclaje, así como los diferentes grados de titanio reciclable que existen.
¿Qué es el titanio?
El titanio es un metal no ferroso tan fuerte como el acero pero mucho menos denso. Aunque se encuentra habitualmente en depósitos minerales en forma de óxidos distribuidos por la corteza terrestre y la litosfera, también podemos encontrarlo en seres vivos, cuerpos del agua y objetos extraterrestres. Destaca por su alta resistencia a la corrosión y, aunque no es buen conductor del calor y la electricidad, es capaz de formar aleaciones con otros elementos para mejorar las prestaciones. Se trata de un material muy polivalente para fundir, forjar o soldar, lo que, sumado a su bajo nivel de toxicidad, lo convierte en un elemento muy útil para múltiples propósitos.
Por todo ello es importante como agente de aleación con muchos metales, como el aluminio, el molibdeno y el hierro. Estas aleaciones se utilizan principalmente en aviones, naves espaciales y misiles por su baja densidad y su capacidad para soportar temperaturas extremas. También se utilizan en productos como palos de golf, ordenadores portátiles, bicicletas y muletas. Dada su resistencia a la corrosión, conecta bien con los huesos, lo que lo hace valioso también en aplicaciones quirúrgicas.
Reciclaje de titanio
El proceso de reciclaje del titanio se realiza principalmente mediante un método denominado refundición por arco en vacío, dado que el metal no puede fundirse en un horno al aire libre. Utilizando un electrodo consumible hecho de titanio, se crea un arco eléctrico entre el electrodo y un lingote en el vacío, fundiendo así el electrodo a un ritmo constante. Otro método emergente de reciclaje de titanio es la fusión en frío, más viable desde el punto de vista económico, lo que reduce el coste de su reciclaje.
En la chatarrería se recoje todo tipo de chatarra para el procesamiento de titanio, ya sea aleada o sin alear, en forma de viruta, polvo y sólido, material que suele llegarnos desde una amplia gama de industrias, incluyendo los sectores aeroespacial, médico y automotriz.
El titanio reciclado tiene diversos usos, especialmente en el sector aeroespacial, en artículos deportivos y náuticos, en la informática y la tecnología, en suministros médicos, centrales eléctricas, pinturas, plásticos, esmaltes y papel.
Grados de titanio reciclable
Existen distintos tipos de desechos de titanio:
- Mezcla de sólidos de titanio: Compuesta por piezas limpias y sólidas de chatarra de titanio.
- Virutas de titanio: Principalmente virutas del metal.
- Sword o espada de titanio: Comprende residuos diversos.
- Chatarra de titanio: Incluye los desechos de titanio que contienen óxidos de hierro.
- Esponja de titanio: Residuos metálicos en forma de esponja.
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