La compra-venta de metales es la principal actividad de las chatarrerías. Sin embargo, tanto el precio por el cual se compra la chatarra como el que valora el metal extraído en la chatarrería no son aleatorios sino que vienen determinados por una serie de factores externos que habrá que tener en cuenta al establecer su valor. En este post describimos cuáles son los más importantes y cómo influyen en el precio del metal.
- Tipo de material: a las chatarrerías llega una gran variedad de metales (hierro, acero, zin, aluminio, cobre…), cada uno con sus características propias y destinado a ser utilizado posteriormente en diferentes productos y valorado según las tendencias del mercado. En este sentido, actualmente la chatarra más valiosa para reciclar es la de los metales no ferrosos por encima de la de los ferrosos.
- Cantidad y peso del material, medidaen kilogramos. En general, las chatarrerías estarán más dispuestos a comprar material si pueden adquirirlo en grandes cantidades, reduciendo así el coste total por kilogramo. Más cantidad de metal normalmente significa un precio más alto, ya que luego al revenderlo una vez tratado se podrá obtener un mejor precio si se aporta una cantidad considerable de material.
Además, más cantidad de metal significa menos transacciones, dado que se compra y se vende más material en una única transacción.
Asimismo, cuanto más pesado sea el metal fundido, más dinero se ganará con él. De hecho, tanto el volumen como el peso influyen en lo que se obtiene al reciclar chatarra.
- Pureza del metal: La calidad del material influye de manera significativa. Si está cubierto de impurezas o incluso corroído su precio será mucho más bajo, ya que requerirá más tiempo para limpiarlo. Además un metal puro y único es mucho más apreciado por sus propiedades distintivas en comparación con las aleaciones que son una mezcla de dos o más metales.
- La época del año. Aunque parezca extraño el precio del metal de chatarra es más alto cuando hace buen tiempo, porque las industrias están más ocupadas y necesitan más material.
- Localización. El lugar de residencia también puede afectar al precio del metal. Es habitual que la chatarra no se procese por completo en el desguace donde se vende y deba ser transportarla a otro lugar para ser procesada. Cuanto más lejos tenga que ir la chatarra, menor será el precio que probablemente se obtenga. Esto se debe a que el desguace tendrá que pagar los costes de transporte, que probablemente serán mucho más elevados.
Además, vender chatarra en la ciudad también puede suponer precios más bajos, ya que el coste de hacer negocios es generalmente más elevado.
- Tendencias actuales. Si un sector concreto, como el de la construcción, necesita de repente un tipo específico de metal debido a un cambio en el mercado, la demanda de ese metal aumentará. A medida que aumenta la demanda, también lo hace el precio. Prestar atención a las tendencias actuales de los distintos sectores relacionados con la chatarra puede ayudar a decidir su precio.
- Oferta y demanda: Finalmente, y ligado al factor del punto anterior, el precio del metal puede cambiar dependiendo de lo que ocurre en el mercado. Si hay una alta demanda de un determinado tipo de metal su precio seguramente incrementará. El mercado de la chatarra se mueve al ritmo del de la contrucción, ya que la mayoría de los metales reciclados van destinados a este sector.
También hay que tener en cuenta el mercado exterior en lo que respecta a la chatarra. Países como China e India, que importan mucha chatarra, influyen en los precios mundiales a medida que cambia su demanda. Por tanto, si quieren más chatarra, es probable que suban los precios. Por el contrario, si la demanda baja en el mercado exterior, también lo hacen los precios a nivel mundial. Los países importadores también pueden cambiar sus políticas, lo que podría ser determinante en la cantidad de chatarra que quieren comprar. Esto, a su vez, puede afectar al precio que acabe recibiendo.
En el sector de la chatarrería hay que tener muy claros los parámetros que establecen el valor de los residuos metálicos y darlos a conocer a los posibles vendedores o compradores para garantizar una transacción justa para ambas partes. En este sentido, contar con una chatarrería homologada, como Chatarras Sánchez, que disponga de todas las certificaciones de calidad, aportará la mejor garantía a los clientes.
